LA CIRUGÍA PLÁSTICA PUEDE CONLLEVAR A UN VICIO, EL QUE SIEMPRE QUIERE MÁS.
Para definir el perfil del adicto, el doctor César Casado, secretario general de la SECPRE, advierte que “no es adicto el que se hace varias intervenciones, sino aquel que tiene muy poca tolerancia al envejecimiento, y ante el más mínimo signo del paso de edad, quiere recurrir al acto quirúrgico”.
Es el caso de la “paciente de 45 años, que se manda a eliminar las bolsas de los ojos, se pone botox, se sube el pecho, y va creando una auto-satisfacción con cada operación que, al fin y al cabo, la estimula a meterse en la siguiente” sostiene el doctor Suárez.
Por su parte, la psicóloga opina que en estos casos a través de varias sesiones de terapia se puede lograr que la persona reflexione sobre qué es lo que se pretende obtener con ese cambio. “Muchas veces, cuando se dan cuenta que eso lo pueden conseguir sin modificar su imagen, les sorprende mucho” afirma Vidal.
Una de las causas del aumento de este tipo de pacientes, señala el doctor Casado, se debe al aumento del intrusismo médico de especialistas que se “autodenominan estéticos”, y por la publicidad, sobre todo en Estados Unidos o Latinoamérica, los pacientes tienden a “banalizar las intervenciones”, y a “pensar la cirugía estética como un producto de consumo“.
No hay comentarios:
Publicar un comentario